Feminismo Comunitario Antipatriarcal

La autora inicia su presentación señalando que no se puede hablar de la vida mientras se impone un sistema de muerte, como el genocidio en Gaza llevado a cabo por Israel. También destaca la necesidad de no guardar silencio frente a lo que sucede en el Congo, en diversos territorios, y frente al genocidio de mujeres y hombres indígenas en distintas comunidades de Abya Yala y África.  En esta presentación, la autora hace referencia a que desarrollará las principales ideas del feminismo comunitario desde su territorio, Kollasuyo Marca (hoy Bolivia). Adriana enfatiza en la idea de la memoria colectiva como herramienta política, recordando la masacre del gas de 2003 en Bolivia, donde las mujeres se organizaron en comunidad para resistir al extractivismo y a un gobierno que a través del saqueo de recursos quería regalar el gas a los Estados Unidos. La autora enfatiza en que el feminismo comunitario no surge de teorías académicas, sino de la resistencia en las calles contra el patriarcado, el racismo y el capitalismo. Este feminismo rechaza la noción de igualdad de género, por su limitado alcance, y señala que es necesario deshacer privilegios y cuestionar las lógicas de poder.

En un segundo momento, Adriana explica de qué manera, para ellas, reconocerse como feminista sigue siendo relevante. En este sentido, afirma que se han denominado feministas porque apuntan a discutir temas como el sistema económico, el sistema político y la matriz productiva extractivista. Para ello han acudido a la memoria y a la recuperación de las luchas políticas de sus ancestras, y de los pueblos originarios de Abya Yala, con menciones importantes como Bartolina Sisa, Tránsito Amaguaña y Dolores Cacuango, destacando que muchas de sus abuelas, y ancestras lucharon hace 300 años por las mismas causas que ellas enarbolan ahora. El feminismo comunitario antipatriarcal, ha avanzado en conceptualizar diferentes categorías, entre ellas el patriarcado. Para Adriana el patriarcado es el sistema de todas las opresiones, dominaciones y violencias, de allí que ellas se definan como feministas, por cuanto buscan acabar con este sistema de dominación, a la vez que retoman la raíz comunitaria, en tanto construyen su proceso político a partir de la memoria de comunidad de las luchas de sus ancestras y de los pueblos originarios. 

En tercer lugar, Adriana realiza una crítica a los feminismos eurocéntricos, que han despolitizado los feminismos y reducido su alcance al posicionamiento de la igualdad de género. La autora señala que no es posible alcanzar la equidad de género en un mundo extractivista que destruye los territorios y, con ello, los cuerpos y las comunidades. Afirma que el feminismo eurocéntrico reproduce lógicas coloniales y racistas, ya que se construye sobre privilegios, y toma como único eje el género, invisibilizando las demás dimensiones de opresión. La autora también critica el esencialismo que asume a todas las mujeres de manera homogénea, ignorando que muchas reproducen dinámicas patriarcales, invitando a una reflexión que parte de lo político, no de lo biológico.

A continuación, Adriana profundiza en el concepto de cuerpo-territorio, que introduce como una categoría política y herramienta de lucha y movilización. Este concepto rompe la lógica individualista y hace referencia a un cuerpo común que es parte de la naturaleza. Explica que el sistema, para dominar y saquear los territorios, necesita destruir la comunidad, ejerciendo violencia feminicida, explotación y trata como mecanismos de desestructuración de lo común. Por ello, rechaza la idea de ‘mi cuerpo, mi territorio’ ligada a una perspectiva liberal e individualista, reafirmando la noción del cuerpo-territorio como la comprensión de que somos parte de un cuerpo común y político.

La autora cierra su presentación con la idea de que necesitamos articularnos hoy para recuperar el tiempo y encontrarnos, romper las fronteras y enfrentar juntas al patriarcado capitalista, colonialista, racista, neoliberal y narcoestatal. Para ella, los feminismos deben servir a las mujeres indígenas, negras y empobrecidas. En la ronda de preguntas se profundiza en temas como las perspectivas del feminismo comunitario antipatriarcal frente al Estado, el rol de los hombres en las luchas feministas y las perspectivas de futuro. Adriana reflexiona cuestionando el binarismo sexual desde el feminismo comunitario antipatriarcal, señalando que esta dualidad ha sido una imposición colonial, y también se refiere a lo que llama el binarismo político con relación a su análisis del Estado. En este sentido, invita a cuestionar esta institución pero también a disputar el poder asociado al Estado. Ambas cosas no son excluyentes. Sobre este punto pone como ejemplo a Argentina para ilustrar la fragilidad de los avances estatales ante gobiernos reaccionarios como el de Milei, lo que la lleva a reflexionar sobre la importancia de concentrar fuerzas en la construcción territorial y comunitaria, más resistente a los cambios políticos.

La autora critica el sistema judicial patriarcal, capitalista y colonial, señalando la necesidad de avanzar hacia experiencias de justicia comunitaria reparadora que garanticen la no repetición. Cierra resaltando que el rol de los hombres en la lucha es posicionarse frente al patriarcado, reconociendo que si su lucha ha estado en la movilización anticapitalista, a través de, por ejemplo, la defensa de los ríos y los territorios, debe ampliarse también a la lucha contra el feminicidio y la violencia sexual. Adriana resalta que no se puede ‘vivir bien’ mientras maten y violen a mujeres y niñas. Finalmente, sobre lo que podemos hacer como feministas ante la configuración actual del patriarcado, Adriana destaca lo que las feministas tenemos de nuestro lado, y esto tiene que ver con llevar más de quinientos años de experiencia en resistencia y dignidad en nuestros territorios, lo que implica recuperar la memoria colectiva, reconociendo las luchas compartidas y construyendo herramientas políticas desde la comunidad.

Adriana Guzmán Arroyo is a leading figure in Anti-Patriarchal Community Feminism in Bolivia. She is recognised by social organisations for her studies and political experience in Popular Education, Educational Sciences and Feminism, tools that strengthen the energy of Community Feminism.  She was part of the social movements that confronted the gas massacre in 2003, and served as the National Executive Spokesperson for Community Feminism in Bolivia. She has authored books on issues related to Community Feminism, Decoloniality, Patriarchy, Buen Vivir, and everyday life.

Síntesis de la presentación de Adriana Guzmán, realizada por Carolina Mosquera Vera.